ciclo mestrual y E.F
La actividad física y el ciclo menstrual
 No
 ha sido tarea fácil establecer la repercusión del ciclo menstrual en la
 actividad física. Dado que al hablar de actividad física debemos 
distinguir dos casos muy diferenciados; por un lado a la mujer 
deportista (jugadoras o atletas que tienen un entrenamiento específico) y
 por el otro a la mujer con   
actividad física moderada (ejemplo:alumnas de escuelas).
 Antes de abordar la problemática repasemos brevemente algunos conceptos:
 El ciclo menstrualLa menstruación es algo normal y totalmente natural que forma parte de la vida de una mujer.
Simplemente
 es el desprendimiento del endometrio, esa membrana que reviste el útero
 y que recoge el óvulo a la espera de que éste sea fecundado. Si ningún 
espermatozoide llega a fecundarlo, este revestimiento no es necesario y 
el cuerpo lo expulsa poco a poco junto con una pequeña cantidad de 
sangre a través de la vagina.
 El
 ciclo se inicia por la acción de hormonas presentes en la sangre que 
estimulan a los ovarios (los dos órganos femeninos que producen los 
óvulos). Cada mes, las hormonas actúan sobre un óvulo para que madure, 
es decir, se vuelva fértil de ser fecundado y de desarrollarse, para dar
 lugar a una nueva vida. El ovario también produce hormonas por sí 
mismo, sobre todo estrógenos y progesterona,
 que hacen que el endometrio se vuelva más grueso. Hacia la mitad del 
ciclo menstrual, catorce o quince días antes del siguiente periodo, el 
ovario libera el óvulo maduro en un proceso llamado ovulación. Este 
huevo pasa a través de la trompa de falopio hasta el útero. Si el óvulo 
se une a un espermatozoide en su camino hacia el útero se produce la 
fecundación y el consiguiente embarazo; y si no es así, simplemente lo 
expulsa de nuestro cuerpo.
 Como podemos ver, el hecho predominante en nuestro tema, es la perdida de sangre de
 nuestro cuerpo. Estudios médicos especializados demuestran que 
cualquier tipo de perdida de sangre (heridas, cortes, ciclo menstrual, 
etc.), provocan en el organismo la perdida de hemoglobina (entre otros),
 por lo tanto al disminuir la cantidad de hemoglobina en sangre es 
lógico pensar que también disminuye el transporte de oxigeno en nuestro 
cuerpo (fundamentalmente a los músculos). Ante esto es recomendable no realizar ejercitaciones que nos lleven a altos consumos de oxigeno porque disminuyen las posibilidades de trabajo del organismo.
 Además
 esta científicamente comprobado que durante la menstruación aumenta la 
frecuencia cardiaca, aumenta la temperatura corporal, aumenta la 
fatigabilidad y aumenta la excitación del sistema nervioso donde se pone
 de manifiesto la apatía o la irritabilidad, y si a esto le sumamos la 
perdida de sangre comentada anteriormente, estamos ante un importante 
problema.
 Algunas mujeres deportistas, o que llevan a cabo alguna actividad física intensa (corredoras,
 jugadoras, etc.) sufren, a veces, alteraciones en su ciclo menstrual. 
Esto es aún más acusado en mujeres jóvenes, sobre todo si sus ciclos 
menstruales son irregulares de por sí. De hecho, las adolescentes que 
entrenan intensamente suelen ver retrasada su primera menstruación.
 Pero también esta científicamente comprobado que reduciendo la cantidad de ejercicio, la menstruación se normaliza en la mayor parte de los casos.
 La actividad física moderada no parece afectar adversamente la menstruación en la mayoría de las adolescentes. Algunas inclusive reportan mejoría de la dismenorrea (menstruación dolorosa) y regulación del ciclo menstrual con la práctica regular del ejercicio.
En
 un gran número de casos sobrevienen modificaciones favorables 
suscitadas por la actividad física moderada, por ejemplo las 
menstruaciones son menos abundantes, disminuyen los dolores menstruales,
 se regula el ciclo menstrual y disminuye o desaparece la dismenorrea.
 Es conocido que el entrenamiento físico excesivo puede
 ocasionar perturbaciones del ciclo con prolongación (oligomenorrea) o 
ausencia del ciclo (amenorrea), o retraso en la primera menstruación, 
pero la actividad física normal o
 moderada no perturba la primera menstruación, ni los ciclos o la 
historia obstétrica posterior, ni el parto o el climaterio. Es conocido 
el hecho de que mejora las condiciones del parto y hay menor cantidad de cesáreas en atletas, además mejora la densidad ósea retrasando la aparición de osteoporosis.
Cual es la actividad física moderada que se puede realizar?
Todo tipo de elongaciones, movilidad articular, contracciones isométricas (sin desplazamiento),
contracciones isotónicas (con desplazamientos) y poca resistencia o carga.
 Como afrontar el problema
Una
 buena forma de afrontar el problema por parte del profesor de Educación
 Física, es preguntar a la alumna si se siente realmente mal. Si ella 
tiene una seria dismenorrea, se le debe aconsejar concurrir al médico de
 la escuela. Si no la tiene (que es el caso más probable) o si sólo se 
siente vagamente incómoda, se le puede decir que participe en la medida 
en que se sienta capaz. Lo más probable es que ella esté jugando con la 
misma energía que cualquier otra antes del final de la clase. Es más 
probable que una niña desarrolle una actitud positiva hacia el ejercicio
 durante las menstruaciones, si no se siente incómoda en modo alguno como resultado de su participación.
 Además el profesor, debe dar total libertad a la niña para abandonar la actividad y poder atender su higiene personal.
Existen
 pocas razones para evitar la actividad física durante la menstruación. 
No parece existir evidencia alguna que sugiera que la actividad física 
deba restringirse (incluida la natación) durante la menstruación, salvo 
por incomodidad de la alumna.
 El Estrógeno y la Progesterona nos marcan el camino.
En la mujer, las hormonas sexuales son los estrógenos y la progesterona.
 Como función conjunta, son las responsables del desarrollo de los 
caracteres sexuales secundarios que marcan las diferencias entre el 
hombre y la mujer, como la contextura física, tono de la voz, 
distribución del vello y la grasa corporal, etc.
 Específicamente, el estrógeno influye
 en el desarrollo de los caracteres sexuales y en la maduración de los 
órganos sexuales femeninos. El estradiol es el estrógeno más importante,
 encargado del desarrollo de los cambios observados en el cuerpo de la 
mujer en la pubertad y la edad adulta, como el desarrollo de los 
llamados órganos del sistema reproductor: mamas, vagina y útero. También
 del ensanchamiento de la pelvis, crecimiento y distribución del vello 
corporal y la iniciación del ciclo menstrual. Por su parte, la progesterona influye
 en el desarrollo de las glándulas mamarias y prepara el útero para la 
implantación del óvulo. Aumenta sus niveles a partir del día 14 del 
ciclo menstrual e induce en el útero cambios imprescindibles para la 
implantación del óvulo que ha sido fecundado. También interviene durante
 el embarazo en la preparación de las mamas para la lactancia.
 Estudios difundidos durante los últimos años coinciden al comprobar que en las fases en las que hay gran cantidad de progesterona, no es recomendable la actividad física.
 La fase premenstrual es la que tiene la concentración de progesterona más alta. Esta hormona es
catabólica y perjudica notoriamente el rendimiento físico.
 Varios
 investigadores también han observado la mayor capacidad de rendimiento 
físico de la mujer durante la Fase Post-Menstrual, y como consecuencia, 
lo que se ha relacionado con los niveles de estrógenos existentes
 en ese momento, cuyas concentraciones se incrementan paulatinamente 
después de la menstruación, debido a los cambios del patrón hormonal en 
las diferentes fases del Ciclo Menstrual.
 En síntesis todos coinciden en que se recomienda que:
En la Fase Premenstrual se practique actividades físicas moderada o pequeñas.
En la Fase Menstrual se practique actividades físicas normales o medias.
En la Fase Postmenstrual se practique actividades físicas de todo tipo o grandes.
En la Fase de Ovulación se practique actividades físicas normales o medias.
En la Fase de Postovulación se practique actividades físicas de todo tipo o grandes.
Esto ha sido corroborado por especialistas dedicados al deporte y actividad física femenina.
Preguntas y respuestas útiles
¿Es
 cierto que las mujeres que siguen un programa de entrenamiento físico 
intenso suelen tener su primera menstruación (menarca) más tarde que sus
 compañeras sedentarias?
Sí;
 por ejemplo Frisch y Cols publicaron en 1981 un trabajo en el que 
mostraban cómo aquellas deportistas que han empezado a entrenar a edades
 muy jóvenes tienen su primera menstruación más tarde que las chicas que
 no practican deporte.
 ¿Puede tener esto alguna consecuencia en la salud de estas niñas deportistas?
Hasta
 el momento no se ha podido demostrar que este retraso en la aparición 
de la primera menstruación pueda acarrear consecuencias negativas para 
la salud de estas niñas. Por el contrario, sí parece que se puede 
acompañar de algunas consecuencias positivas. Por un lado, este retraso 
de la primera menstruación podría favorecer el éxito deportivo en alguna
 de estas niñas al retasar el depósito de grasa en su cuerpo; y por 
otro, algunos investigadores sugieren que aquellas mujeres que han 
tenido su primera menstruación más tarde, se benefician de una menor incidencia de ciertos cánceres, como por ejemplo de mamas.
 ¿Es
 cierto que el ejercicio físico regular puede mejorar los síntomas 
premenstruales (irritabilidad, dolor de cabeza, calambres, etc.) y la 
menstruación dolorosa (dismenorrea)?
Los
 resultados obtenidos hasta ahora son contradictorios, y demuestran que 
hay una gran variabilidad en cada mujer, que lo vive de forma diferente.
 En un trabajo finlandés se describen los estudios de una encuesta 
realizada entre deportistas, atletas de fondo y jugadoras de voleibol. 
Cuando se les pregunta si el entrenamiento físico afecta a los síntomas 
de las menstruaciones dolorosas, un 32% de las atletas y un 36% de las 
jugadoras de voleibol contestan que sus síntomas se ven aliviados; sin 
embargo, un 18% y un 23% dicen que sus síntomas empeoran, y un 27% y un 
18% no encuentran diferencias.
 ¿En qué tipo de deportes se da una mayor incidencia de alteraciones menstruales?
Principalmente en deportes en los que hay que realizar un ejercicio físico prolongado (aeróbicos). Entre éstos tenemos las especialidades de fondo y medio fondo de atletismo, la natación, el ciclismo, el triatlón.
También es frecuente encontrar alteraciones en mujeres que se dedican al ballet, la gimnasia rítmica o a la danza moderna.
 ¿Estas alteraciones del sistema reproductor, afectan sólo a deportistas de alto nivel?
Estos
 problemas afectan a las deportistas que se dedican a la alta 
competición, así como a las deportistas de nivel recreativo y a las 
mujeres sanas que no practican deporte. Se ha visto, por ejemplo, que un
 2-5% de mujeres sanas no deportistas tienen amenorrea secundaria. Sin 
embargo, esta alteración del ciclo menstrual puede afectar hasta a un 
50% de atletas de élite, a un 25% de atletas amateur y, aproximadamente,
 a un 12% de mujeres sanas que no practican deporte.
 ¿Por qué se producen estos desórdenes del ciclo menstrual?
Hasta
 el momento no se ha podido encontrar una única causa que explique estos
 desórdenes. Se piensa que estas alteraciones son la respuesta del 
cuerpo ante una situación de estrés físico-metabólico, originado por la participación de la mujer en programas de entrenamiento físico demasiado intensos y prolongados. Otros creen que se debe a una pérdida excesiva de grasa corporal.
 ¿Son reversibles estos trastornos del ciclo menstrual?
Según
 diversos estudios, estos trastornos relacionados con el ejercicio 
físico son rápidamente reversibles una vez que se reduce el 
entrenamiento y se gana un poco de peso. Los resultados de una encuesta 
publicada en 1984 realizada a antiguas atletas de fondo, revelan que la 
mujer recobra su periodicidad menstrual normal en un plazo máximo de 6 
meses después de dejar de entrenar.
 ¿Por qué afecta la osteoporosis a mujeres deportistas jóvenes con alteraciones menstruales
relacionadas con el entrenamiento físico?
La osteoporosis es percibida como una enfermedad de mujeres mayores; una enfermedad que está
estrechamente ligada a un descenso en el nivel de estrógenos en
 sangre que sigue a la menopausia y que se caracteriza por una 
disminución marcada de la densidad mineral ósea (es decir la mujer 
pierde hueso) y frecuentes fracturas.
 Cada vez son más los estudios que muestran que también las deportistas jóvenes con alteraciones
menstruales tienen un descenso significativo de la densidad mineral ósea a nivel de la columna vertebral.
 ¿Qué debería hacer una deportista que ha dejado de tener la menstruación?
La mejor solución es, sin duda, disminuir la intensidad de los entrenamientos, ganar un poco de peso, y de forma natural regresarán los ciclos menstruales normales.
 ¿En síntesis, cuando una alumna se encuentra en la fase menstrual, puede realizar actividad física?
Si,
 pero siempre y cuando sea una actividad física moderada, no aeróbica, 
sin cargas o pesas. Puede realizar todo tipo de elongaciones, movilidad 
articular, contracciones isométricas (sin desplazamiento), contracciones
 isotónicas (con desplazamientos); teniendo en cuenta preferentemente que ella no se tiene que sentir incómoda.
Argentina, Escuela de Educación Media Nº 2 de Berisso. (2005).
Documentos teóricos de Educación Física para la Educación Polimodal.
Prof. Roberto R. Pendenza
Robertopendenza@speedy.com.ar

